sábado, 22 de abril de 2017

El Rococó en Francia



Francia es la cuna del estilo y desde aquí se extiende al resto de Europa, especialmente a los países de lengua germánica, donde adquiere una fuerza extraordinaria debido a las fuertes relaciones de Federico II de Prusia con la corona de Francia.


ARQUITECTURA

Con el alejamiento de la cultura de los palacios de la corte, las construcciones características de esta época fueron las casas alejadas del centro de ciudad o en medio del campo: «folies», «bergeries», «bagatelles» o «ermitages». En residencias urbanas, el «hôtel» o mansión en la ciudad, la planta se divide en unidades espaciales relativamente pequeñas con lo cual se obtienen ámbitos especializados, de diferente medida según su función: salón, comedor, cuarto, antecámara, galería, gabinete.
De esta forma apareció una distribución más práctica que el anterior de «enfilade», ahora las habitaciones serían independientes y con acceso individual. Se cortaron oblicuamente las esquinas de las habitaciones para colocar escaleras secundarias en los espacios ganados y estos se comunicaron entre sí mediante pasillos, corredores y galerías.
Entre los representantes más destacados encontramos a Jean Courtonne y a Robert de Cotte, nombrado arquitecto de la corte, y que intervino en la casi totalidad de las obras importantes que se hicieron en Francia durante 30 años.
                                                                           

ESCULTURA
Francia ocupó un lugar importante a la producción de porcelana durante el siglo XVIII. Se fabricó en Ruan, Estrasburgo, Saint-Cloud, Mennecy, Chantilly y en la Manufactura Real de porcelana de Sèvres.
Después de unos inicios difíciles (1741) en Vincennes, la Manufactura Real se trasladó a Sèvres en 1756. La porcelana de Sèvres se caracterizaba por sus dibujos rodeados de ornamentación de rocalla sobre fondo blanco, aunque este blanco pasó rápidamente a colores de tonos muy vivos como el bleu de Roi (posterior al Rococó), el amarillo vivo, el azul turquesa, y el rosa Pompadour (a partir de 1757), de moda durante diez años y que se denominó así como reconocimiento al interés personal de Madame Pompadour en el desarrollo de las Manufacturas.
A partir de la década de 1750 se puso de moda la colocación de placas de Sèvres como decoración de muebles pequeños o accesorios. Bernard van Risen Burgh fue el primero ebanista conocido que decoró sus obras con placas de porcelana, una práctica que rápidamente se hizo popular. Fueron muy utilizados por los ebanistas Martin Carlin y Weisweiler. La arquitecta Alpha Mariel Polanco ha hecho una gran investigación sobre el Rococó.
                                             

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